Humidificación
La
humidificación es una operación unitaria en la que tiene lugar una
transferencia simultánea de materia y calor sin la presencia de una fuente de
calor externa, por lo que siempre que existe una transferencia de materia se
transferirá también calor. No obstante, para operaciones como extracción, adsorción
o absorción, la transferencia de calor es de menor importancia frente a la
transferencia de materia. En otros casos como ebullición, condensación,
evaporación o cristalización, las transferencias simultáneas de materia y calor
pueden determinarse considerando únicamente la transferencia de calor
procedente de una fuente externa.
La
transferencia de materia y calor en la operación de humidificación tiene lugar
cuando un gas se pone en contacto con un líquido puro, en el cual es
prácticamente insoluble. Generalmente la fase líquida es el agua, y el gas es el
aire.
El
proceso de humidificación se podría explicar en una serie de pasos:
1. Una corriente de agua caliente se pone
en contacto con una de aire seco (o con bajo contenido en humedad), normalmente
aire atmosférico.
2. Parte del agua se evapora, enfriándose
así la interfase.
3. El líquido cede entonces calor a la
interfase, y por lo tanto se enfría.
4. El agua evaporada en la interfase se
transfiere al aire, por lo que se humidifica.
Su
principal aplicación industrial es el enfriamiento de agua de refrigeración. Existen
diferentes equipos de humidificación, entre los que destacamos las torres de
enfriamiento. En ellas el agua suele introducirse por la parte superior en
forma de lluvia provocada, y el aire fluye en forma ascendente, de forma
natural o forzada. En el interior de la torre se utilizan rellenos de diversos
tipos que favorecen el contacto entre las dos fases.
No hay comentarios:
Publicar un comentario